- 03/11/2025
- Economía, Noticias y Ferias
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La exportación italiana de calidad, aquella que se define “Bello y Bien Hecho” vale 170.000 millones de euros, confirmándose como la punta de lanza del Made in Italy y la palanca estratégica para el crecimiento del País: así se desprende del 13º Informe del Centro Studi Confindustria “Exportar la Dolce Vita - Bello y Bien Hecho: el potencial del Made in Italy en el panorama internacional”, presentado en la Fashion Week de São Paulo en Brasil y realizado en colaboración con SACE y con el apoyo de ANFAO, Confindustria Accessori Moda, Confindustria Moda, Confindustria Nautica, Federalimentare y FederlegnoArredo.

La incertidumbre se transforma en imprevisibilidad
El Informe retrata un escenario global en el que la incertidumbre ha dado paso a una imprevisibilidad más radical. Tensiones comerciales, aranceles, conflictos, subidas del coste energético, debilitamiento de la Unión Europea tanto desde el punto de vista económico como geopolítico son todos factores que pueden representar riesgos significativos para la competitividad del Made in Italy.
Por tanto, un escenario difícil que se convertirá en un factor de selección: quien sepa adaptarse ganará cuotas de una tarta que se reduce. En este contexto de incertidumbre, el Informe del Centro Studi Confindustria identifica una posible solución en uno de los principales recursos de especialización del modelo italiano, es decir, la exportación de bienes con un fuerte valor simbólico e identitario y de alta calidad percibida; ese Bello y Bien Hecho (BBF), un grupo transversal de 746 productos que no se define simplemente por un sector o una tecnología, sino por la reconocibilidad, la artesanía industrial y el valor reputacional en los mercados internacionales.

Mercados maduros y emergentes: el potencial de crecimiento
El Informe estima un potencial adicional de 27.600 millones de euros de exportación BBF, con 19.400 millones en los mercados maduros (EE. UU., Alemania, Francia, Reino Unido, España) y 8.200 millones en los emergentes (China, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Rusia, Kazajistán). Los sectores tractoras siguen siendo el alimentario, la moda, el mueble y la joyería, símbolos de la identidad y la creatividad italiana, a los que se añade la Náutica, que se convierte en vitrina privilegiada para muchos compartimentos del BBF.

América Latina: la nueva frontera para el Made in Italy
El estudio, presentado precisamente en Brasil, dedica un capítulo específico a América Latina y el Caribe, indicando esa área como la nueva frontera comercial para el Made in Italy, impulsada también por el acuerdo UE-Mercosur. Entre 2018 y 2024, la exportación de productos BBF italianos en la zona ha crecido en promedio un 10% anual, sostenida por una demanda creciente de creatividad, sostenibilidad y saber hacer. Factor determinante son las comunidades de origen italiano que refuerzan aún más este vínculo, convirtiendo la región en una nueva frontera para la 'marca Italia'.

La importancia estratégica del Acuerdo UE-Mercosur
Elemento clave que promete abrir una nueva fase en las relaciones euro-latinoamericanas es sin duda la intención entre la Unión Europea y el Mercosur, aprobada por la Comisión Europea en 2024. Un acuerdo que promete eliminar 4.000 millones de euros en aranceles, garantizar la protección de 57 indicaciones geográficas italianas y crear nuevas oportunidades de inversión. Según el Centro Studi Confindustria, el acuerdo podría liberar más de 1.100 millones de euros de exportación potencial adicional para las empresas italianas, además de los 7.400 millones ya realizados en 2024.
Barbara Cimmino, Vicepresidenta para la Exportación y la Atracción de inversiones de Confindustria, subrayó con fuerza el valor estratégico del acuerdo UE-Mercosur: “El fortalecimiento del Made in Italy pasa por una estrategia de apertura y no de cierre del comercio. El acuerdo con el Mercosur es una prueba de fuego para la capacidad de Europa de actuar como potencia económica global y para Italia de promover relaciones basadas en intercambios recíprocos y crecimiento compartido. Por eso los Estados miembros deben demostrar que saben moverse con rapidez y cohesión, ratificando cuanto antes este tratado de libre comercio. Se necesita una política exterior económica que ponga en el centro la cooperación, la sostenibilidad y la valorización de los contenidos culturales de nuestros productos, acompañando a las empresas en los mercados más dinámicos y reforzando el valor de la marca Italia en el mundo”.
Protección de la marca Italia y transición sostenible
El Informe destaca finalmente dos desafíos decisivos: la protección del Made in Italy frente a la falsificación y el “Italian sounding”, y la transición sostenible de las producciones. La expansión en América Latina, unida a la transformación digital y a las nuevas plataformas, podrá consolidar la presencia italiana como socio fiable e innovador en las nuevas rutas globales del comercio.
